Pulpo a la brasa: la tendencia que conquista el otoño

El fuego tiene su propio lenguaje. Es el origen, el alma y la esencia de nuestra cocina. En El Lagar de Severino, cada llama cuenta una historia y cada plato refleja la pasión por la gastronomía castellana reinterpretada con un toque actual. Este otoño, el protagonista indiscutible de nuestra carta es el pulpo a la brasa, una tendencia que ha llegado para quedarse y que conquista por su sabor, textura y presentación.
La magia comienza en la selección del producto. Solo trabajamos con pulpos de la mejor calidad, que garantizan una carne firme, sabrosa y tierna. El secreto está en el equilibrio: cocerlo lentamente para lograr la textura perfecta y después darle ese golpe de fuego sobre las brasas que lo transforma por completo. El resultado es un plato con carácter, donde la piel se torna ligeramente crujiente y el interior conserva toda su jugosidad.
Pero más allá de la técnica, el pulpo a la brasa de El Lagar de Severino representa nuestra forma de entender la cocina: respeto por el producto, pasión por el detalle y un toque de creatividad que realza los sabores de siempre. Lo acompañamos con guarniciones que varían según la temporada —patata asada, cremas suaves o vinagretas de pimentón— y que equilibran el conjunto con elegancia.
El otoño es, además, una época perfecta para disfrutar de platos de fuego lento y aromas intensos. Las brasas se convierten en el hilo conductor de nuestra cocina, también presente en otros clásicos de la casa como el cochinillo asado, las carnes a la brasa o el lechazo asado. Cada propuesta nace del deseo de ofrecer una experiencia auténtica, donde tradición y modernidad se dan la mano.
Situado en Aranda de Duero, nuestro restaurante es un homenaje a la cocina castellana de raíces profundas. Aquí el fuego no solo cocina, también reúne, emociona y crea recuerdos. Por eso, el pulpo a la brasa no es solo un plato: es un símbolo de nuestra filosofía culinaria.
El mar y la tierra se encuentran en una propuesta que despierta los sentidos. Su aroma ahumado, su textura envolvente y su sabor persistente hacen de cada bocado una experiencia inolvidable. Y si lo acompañas con uno de los vinos de nuestra propia bodega, el maridaje se convierte en pura armonía.
En El Lagar de Severino, cada temporada tiene su sabor, y este otoño sabe a brasa, a pulpo y a momentos compartidos.
Ven a descubrir por qué este plato se ha convertido en una de las tendencias gastronómicas más queridas y disfruta de la calidez de un restaurante donde el fuego sigue siendo el alma de la cocina.